Libertad, Responsabilidad y Límites

Libertad.- Posibilidad que tenemos de utilizar todo nuestro potencial, nuestras habilidades, todo nuestro ser con plena conciencia.

Tradicionalmente entendemos libertad por la acción que se realiza sin ninguna dirección ni limitación. En la filosofía Montessori, también podemos ver libertad de esta manera, siempre y cuando tengamos claro que la dirección y la limitación externa no están presentes en un acto libre, pero sí  la dirección y el control interno. No hay libertad si no hay voluntad, porque sin voluntad no podemos prescindir de la dirección y el control externo; a esta dirección y a este control también le podemos llamar estructura interna.

Al hablar de estructura estamos necesariamente hablando de una construcción, la estructura externa está integrada o representada en el entorno tanto material como humano y en el caso de los ambientes Montessori está en el ambiente preparado, la diferencia entre un ambiente preparado del que no lo está,  es que en  el primero todo el trabajo está diseñado para cumplir con el objetivo de que el niño se construya a partir de esa estructura externa, construyendo una estructura interna propia. En el proceso de construcción interno se ejercita la voluntad, que al madurar cristaliza en una conciencia, la culminación de este proceso o madurez del mismo es lo que da al ser humano la posibilidad de ser libre, la libertad  sin una estructura interna y externa no es libertad; es decir, una acción desordenada sin propósitos, sin consecuencia no lleva al a persona a ninguna satisfacción, a ningún desarrollo, por el contrario, es un acto destructivo que genera enojo, frustración, devaluación, violencia.

El proceso de desarrollo de una estructura interna requiere de una ejercitación paulatina más amplia y profunda de todas las habilidades físicas y espirituales del niño, en un ambiente en donde el niño puede experimentar independencia y autosuficiencia,   que  son condiciones esenciales de la libertad.

Los límites son ese canal de comunicación entre las necesidades del niño y las necesidades del ambiente. La responsabilidad en un primer nivel tiene que responder a una necesidad inmediata. Los límites no requieren de castigo ni de premios, la estructura de un ambiente preparado tiene un control de error que radica en la posibilidad de experimentar consecuencias cuando rompemos o no un límite.

La voluntad es una fuerza que impulsa a realizar acciones benéficas para la vida. La voluntad del niño es una fuerza que impulsa al crecimiento y al desarrollo; el desarrollo es un proceso lento, que tiene lugar a través de una continua actividad en una relación con el medio ambiente, la voluntad consciente se desarrolla con el ejercicio y el trabajo.

Guia Montessori T2

Patricia Alcocer Camacho



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